UNA SOLA PALABRA
bajo la protección del agua.
Preguntándome
por qué los pájaros nacen sin nombre,
y yo
cónclave de cojas estirpes.
Hay un camino fatuo al zapato
y la torpe longitud de su huida.
y la torpe longitud de su huida.
Una sola palabra suya hubiese bastado
para sanarme.
para sanarme.
Pero los espejos son mudos
cuando palidecen ante el convulso tallo.
He heredado la respuesta y unos pocos vocablos
ven, haz , recoge, quita.
Nadie me habló de amor,
hasta que la herida,
garganta inútil al antojo de las edades
mostró del árbol su fuste hecho añicos.
Y no olvidaré jamás
que los silencios son esquirlas
donde se fragua el escepticismo.
Ese arañazo de por vida
en la boca del camino.
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